



Hace aproximadamente un mes, estaba aterrizando en Inglaterra para visitar a mi novio y pasar Año Nuevo juntos; ya que teníamos bastante tiempo libre decidimos viajar a varias ciudades cercanas (o no tanto) a Essex en nuestro primer Gran Tour del Reino Unido.
Y el primer seleccionado fue Cambridge.
Pasamos 3 días en la encantadora ciudad, y a pesar del frío que hacía (perdí un gorro de invierno y tuve que comprar otro al triple de precio) se me hizo un lugar encantador. En ocasiones, recordándome a Venecia por los tours de punting por los canales que rodean el centro de Cambridge.
Si quieren visitar, les recomiendo tomar uno de esos tours ya que aprenderan bastante sobre la historia de la ciudad y de todas las universidades que los rodean, además de que les señalarán ciertos lugares donde grabaron algunas escenas de Harry Potter!
En cuanto a entrar a ver las instalaciones de las universidades, les recomiendo no ir en domingo ya que no podrán entrar más allá de la puerta así como nos pasó a nosotros.
El solo hecho de caminar por una ciudad con tanta historia, tanta vida y tanta cultura es suficiente para ocupar una tarde entera; y si se sienten hambrientos siempre pueden almorzar en un pub (incluso en uno de los primeros en donde tocó Pink Floyd) o comprar material para hacer un picnic y si el clima lo permite sentarse en uno de sus parques a contemplar la ciudad y a las personas en bicicletas.
En cambio, si el clima está un poco más invernal (cómo nos tocó a nosotros) siempre pueden refugiarse en el Museo Fitzwilliam. La entrada es gratis y encontrarán una gran variedad de artículos históricos y arte para pasar un buen tiempo.
Y como no podía terminar el año sin un poco de mala suerte, después de todo por algo este blog se llama Viajera Fortuna, en nuestra última noche en Cambridge mientras íbamos de regreso hacia el coche caminando por un parque bastante oscuro, no vi un hoyo gigantesco en el que procedí a caer y el cual hizo que se doblara mi tobillo de tal manera que hasta la fecha todavía me duele. Afortunadamente no fue un esguince ni nos arruinó el viaje, y ahora cada que lo recuerdo me da risa pero en ese momento lo único en lo que podía pensar era el dolor.
A pesar de todo, Cambridge es un lugar al que definitivamente me gustaría volver en verano, más que nada para rentar una bicicleta y recorrer la ciudad, además de lograr visitar el interior de las universidades.
¿Alguna vez han ido o escuchado algo de Cambridge?
-Agatha
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