Siento que debo comenzar este post con una sentida y debida disculpa. Seguida de una explicación, así que aquí vamos.

Cuando dejé de escribir por ahí de agosto, lo tuve que hacer porque tenía demasiado estrés en mi vida. Y la razón principal de eso fue que estaba comenzando trámites para irme a vivir al Reino Unido con mi novio, y déjenme decirles que el proceso de la visa ha sido una de las cosas más estresantes que he experimentado en mis 26 años de vida.

Eso, combinado con el trabajo, ejercicio, tratar de mantener mi vida social, la falta de viajes futuros y mi salud mental no me dio la vida para continuar con el blog. Así que decidí dejarlo, esperando poder retomarlo en unas semanas.

No podía imaginarme que lo retomaría ocho meses después, en medio de una pandemia y viviendo en otro continente. Pero aquí estoy.

Si vieron algunas de mis últimas fotos en Instagram, recordarán que en verano tuve la oportunidad de viajar sola a Toronto, así que esos serán los primeros posts que verán por aquí después de este para que viajemos a través de la pantalla a esa ciudad canadiense que se robó mi corazón.

Pero antes de comenzar con eso sólo quería actualizarlos y resumir (bastante) esos ocho meses, que valieron la pena ya que ahora les escribo desde la casa que comparto con mi novio en Pembrokeshire, con el clásico cielo nublado popular en el Reino Unido y nuestro cachorro acostado a mis pies esperando a que termine de escribir para salir a jugar al jardín.

-Agatha